En unos meses se cumplirá un año desde que las consolas de nueva generación, PlayStation 4 y Xbox One, llegaron a los mercados de medio mundo. Desde entonces hemos sido bombardeados con decenas de anuncios, promociones, ofertas y demás tretas comerciales para que hagamos la transición de una generación a otra. Los datos de ventas de ambas plataformas son bastante buenos y sirven de indicador para ver que la gente se va animando cada vez más a jugar en las nuevas consolas. Independientemente del número de ventas de cada una de ellas, lo más relevante es que a pocos meses de su primer año de vida, tanto PlayStation 4 como Xbox One gozan de unaexcelente salud y prometen convertirse con el paso del tiempo en dos de los mejores exponentes del ocio electrónico.
A pesar de todo son muchos los que todavía disfrutan de sus PlayStation 3 y Xbox 360 y siguen pensando si vale la pena dar una oportunidad a las nuevas plataformas de juego. Son varias las razones tanto para hacerlo como para no, pero en este caso vamos a presentaros 5 razones que pueden influir en esa decisión.
Economía
Para los que lleven jugando un buen puñado de años, el tema del dinero y de los precios del nuevo hardware no es algo extraño. Siempre que salen nuevas máquinasel tema de su coste es objeto de todo tipo de debates, acertados y desacertados, que sirven muchas veces de baremo para tomar la decisión de adquirirlos o no. Esto no solo ocurre en el mundo de los videojuegos, ya que en prácticamente todos lossectores que tienen que ver con la esfera tecnológica ocurre algo parecido:móviles, ordenadores, cámaras de fotos, etc. Lo nuevo nunca es barato.
Lo que pasa es que por muy acostumbrados que estemos a esa premisa de “nuevo es igual a caro” el tema económico es un factor muy importante a la hora de cambiar, como en este caso, de plataforma de juego. Cuando Sony y Microsoftanunciaron sus nuevas consolas todo el mundo esperaba ver cuanto íbamos a tener que desembolsar para disfrutar de ellas. Y ahí llego la bomba: Sony nos permitía adquirir su nueva consola por 400€ mientras que Microsoft lo fijaba en 500€. Tanto un precio como el otro son, a todas luces, elevados, pero si nos atenemos a lo visto en otras situaciones similares, era de esperar que las dos estuvieran cerca de esas cantidades. A pesar de los precios iniciales, la cantidad de consolas vendidas desde el lanzamiento ha sido muy elevada, con millones de consolas vendidas en todo el mundo. También es verdad que la diferencia de 100€ entre una y otra fue un factor determinante para que las primeras hornadas de compradores se decantaran por la PlayStation 4. Tras unos meses, Microsoft decidió oír las diversas opiniones vertidas por usuarios y prensa especializada y bajó el precio de la Xbox One de 500 a 400€, con el claro objetivo de hacer una competencia más equilibrada a la empresa japonesa.
Teniendo todo esto presente, lo que verdaderamente importa es lo que la gente pone en la balanza a la hora de desembolsar ese tipo de cantidades. Habrá quién al comprar la consola lo haga con la idea de usarla simplemente para jugar, mientras que otros compradores la utilizarán como centros multimedia de entretenimiento, con diversas aplicaciones televisivas, reproductor de Bluray, aspectos sociales, etc.
Cada persona valora si ese dinero que pagan se adecua a las necesidades o las expectativas que tienen puestas en los nuevos productos. También es necesario valorar la situación económica del núcleo duro de consumidores de este tipo de tecnología. Ese grupo que está comprendido entre los 20 a los 35 años es muy heterogéneo en el aspecto económico (paro, falta de recursos, independencia económica, etc.)Y aunque eso será un factor determinante para la compra de una u otra consola, tanto unos como otros, harán el esfuerzo a la larga para conseguir hacerse con las nuevas consolas si realmente están interesados en ellas.
Social
Uno de los aspectos más importantes y que más protagonismo está adquiriendo en la next gen es el social. La mayoría de los juegos anunciados para PlayStation 4 y Xbox One tiene algún tipo de componente social, ya sea en forma de juego cooperativo o multijugador o con distintos mecanismos que permiten compartir con los demás prácticamente cualquier aspecto de nuestras sesiones de juego. El tema de la conectividad es algo que ya estuvo presente en la anterior generación demostrando que un gran porcentaje de los jugadores cuando realmente disfrutan de los juegos es cuando lo hacen en compañía. Así que la nueva generación quiere seguir ofreciendo y mejorando este aspecto. Los grupos de juego van a tener un papel muy importante en ella y servirán para que muchos den o no el siguiente paso. Y el porqué puede estar en el denominado “efecto dominó”. Puede darse el caso de que en estos grupos de juego uno de los miembros se compre una de las nuevas consolas antes que los demás, lo que a la larga puede hacer que los otros piensen en hacer lo mismo por el simple hecho de no quedarse aislados mientras los demás disfrutan jugando juntos. De todas formas, siempre habrá quién prefiera jugar en solitario y todo este aspecto social no sea uno de los factores determinantes para comprarse una nueva consola.
También será muy importante la manera en que las distintas desarrolladorasimplementen estas ideas en sus juegos porque la mera inclusión de los mismos no garantiza el éxito. Y esto lo hemos visto a lo largo de la generación anterior, donde muchos títulos han sido casi obligados a incluir aspectos multijugador porque esa era la corriente imperante, y claro está, muchas veces el resultado era para olvidar. Está por ver si las posibilidades del nuevo y potente hardware podrán ofrecer nuevas experiencias en el ámbito social que sean una razón de peso para adquirir alguna de las nuevas máquinas.
Pero parece que adelantándose a esto, tanto Sony como Microsoft han pensado en fórmulas para que esto no sea un problema de cara a cambiar de plataforma de juego. La compañía japonesa ha optado por ofrecer un servicio de juego por“streaming” llamado PlayStation Now a través del cual podremos disfrutar de juegos del catálogo de PlayStation 3. Además parece que algunos de los títulos más representativos de la antigua generación van a ser remasterizados para PlayStation 4. Parece que en principio esta será el camino a seguir por Microsoft, con propuestas como “Halo: The Master Chief Collection” en la que vamos a disfrutar de toda la saga completa del Jefe Maestro por un precio muy razonable y en un periodo muy corto de tiempo.
Así que parece que este tema no va a suponer en principio un hándicap para elegir cualquiera de las plataformas de nueva generación.
Confianza
Los cambios siempre son difíciles y en este caso, esa premisa no iba a ser diferente. Pensemos por ejemplo en alguien que lleva jugando en plataformas Sony mucho tiempo: PS One, Play 2 y PlayStation 3. Es muy complicado “convertir” a esa persona en un potencial jugador de consolas Microsoft, ya no solo por el amor a las franquicias y sagas que le han acompañado a lo largo de los años, sino por la confianza que ha depositado y que le ha sido bien recompensada con muchas horas de diversión. Al contrario pasaría lo mismo, el cambio de Xbox a Sony es una tarea muy, muy difícil. Esta confianza no solo se gana, como hemos dicho, con buenos juegos, sino ofreciendo desde un gran servicio técnico que nos pueda resolver un problema concreto en pocos minutos hasta características específicas de cada plataforma. A pesar de que tanto PlayStation 4 como Xbox One se han hermanado en muchos aspectos como puede ser el tema online (Xbox Live Gold Y PSN Plus se mueven en la misma línea) y en la posibilidad de disfrutar de la consola como algo más que una plataforma de juego la decisión final está en nuestras mentes y en nuestras manos.
También es verdad que aún siendo una tarea harto complicada, los datos están ahí, y en este caso nos permiten saber que el 33% de los poseedores de una PlayStation 4 no habían tenido antes una PlayStation 3. Así que como veis, esa confianza siempre puede cambiar cual veleta si se dan una serie de incentivos que ayuden al comprador a decantarse por una u otra. Será labor de las compañías el convencernos de porqué comprar una PlayStation 4 o una Xbox One, y como siempre, seremos nosotros los que tomemos la decisión final.
PlayStation 3 y Xbox 360
Durante todo el artículo hemos hecho referencia a la nueva generación de consolas, olvidándonos de que la que dejamos atrás no es algo que se pueda olvidar y guardar en un cajón sin más. Si no hemos tenido el privilegio de poseer una PlayStation 3 o una Xbox 360 nos hemos perdido un mundo de diversión pocas veces visto. Y es que la generación que abandonamos ha dejado en nuestras retículas momentos increíbles que nos han hecho reír, llorar, gritar, y por supuesto divertirnos. Así que cualquiera que se haya perdido esto tiene una fantástica oportunidad de descubrir lo que estas consolas ofrecen. Si el salto a la next gen no es vuestro rollo, señores, las horas de diversión al comprar una PlayStation 3 o una Xbox 360 se nos van a hacer interminables.
Un precio más que razonable, con un catálogo casi infinito en cuanto a títulos, con una variedad en los géneros que marea solo de pensar en ella, con la posibilidad de, por ahora, seguir disfrutando de las bondades de un servicio online muy bien equilibrado en ambas consolas, hace que la compra de cualquiera de ellas sea una opción casi tan buena como la de saltar de generación. No es estancarse, es ir a otro ritmo, uno en el que peleas por la tasa de imágenes por segundo o la resolución quedan aparcadas, para centrarnos en una de las mejores generaciones de consolas que ha habido en este mundillo del ocio electrónico.
Estos son algunos de los factores que pueden estudiarse a la hora de pensar en un cambio de generación y aunque la lista seguramente aumente con cada persona, si creemos que por lo menos estos 5 que os hemos presentado os pueden hacer reflexionar sobre la decisión de embarcaros en esta nueva etapa de juego y diversión capitaneada por PlayStation 4 y Xbox One.
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